jueves, 27 de enero de 2011

Esperándole...

Bajé las escaleras despacio,  algo impaciente. Y  aunque,  únicamente cubría mi cuerpo una pequeña ropa interior de encaje, sentía como si fuera arder.  Mientras,  iba imaginando su cara, imaginando como clavaria los ojos en mí, sobre mis senos, sobre mi ombligo, sobre mis muslos…Imaginaba, cómo su cuerpo reaccionaría al verme y eso hacía que cada vez aumentara más mi deseo de tenerle dentro de mí
Bajé el último peldaño y empecé a notar su mirada.  Mi respiración aumento y le sonreí, con esa sonrisa pícara y sensual que tanto le gusta. Me acerqué poco a poco a él, sin decir nada, solamente nuestras miradas se hablaban, él sabía lo que yo buscaba, lo que ansiaba.
Insinuante, con mi movimiento de caderas, me acerqué a su boca,  mordí mi labio inferior mientras el clavaba su sonrisa en mis ojos. ¡Qué cerca le tenía y qué dentro le iba a tener! Era mi único objetivo.
Pegué mi cuerpo al suyo y sentí como su sexo estaba endurecido. Al notarlo, se me escapo un suave gemido y a él, se le escaparon sus manos dentro de mi braguita. Sus dedos empezaron a explorar mi sexo, en aquel instante estaba  hinchado y húmedo.  Le bese, le besé con toda la pasión y excitación que él me producía. Mi lengua empezó a rozar la suya, se fue adentrando en su boca, ambas entrelazadas, dejándose llevar.
Después, me quite el sujetador y pegue mis pezones a su torso. Al sentir su dureza, poso sus manos en mis pechos, me los agarro, los apretó, los envolvió con sus fuertes manos y después se los metió en la boca. Lamio mis pezones, lamio mis senos enteros y se los volvió a meter en la boca. Yo ya ardía de placer y se me volvió a escapar otro gemido.

Me tumbo en el sofá, y empezó a desnudarse.  Sin dejar de observar cómo se iba desprendiendo de cada prenda, me fui quitando las bragas. Abrí mis piernas para enseñarle mi más preciado tesoro. Me encantó como lo miraba, sentí en su mirada su deseo por tenerlo, de poseerlo. Y al instante,  note su duro sexo entrando en mí.
Me volvió loca de placer, estalle de excitación. Sabía que solo él, me podía calmar y hacerme sentir así. Una mujer.

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